Villardiegua y Villadepera participan en un festival de música charra
Ciudad Rodrigo acogió un encuentro folclórico al que acudieron tamborileros de las dos provincias
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Representación de la tradicional boda sayaguesa en Villadepera.
Foto L. O. Z.
EFE Folcloristas de Villardiegua y Villadepera participaron ayer en Ciudad Rodrigo en la Fiesta de la Charrada donde algunos de los principales folcloristas de Castilla y León aseguraron que las escuelas de gaita y tamboril son las que han propiciado el mantenimiento de esta cultura popular en la última década.
Esta opinión la comparten la mayoría de los tamborileros de las provincias de Zamora y Salamanca, que ven en estas escuelas la única salida para que perdure la figura del tamborilero, que se estancó mucho en la década de 1990 por falta de relevo generacional.
Los cursos de gaita y tamboril que se imparten en la provincia de Salamanca, auspiciados por la Diputación Provincial, han propiciado que haya alrededor de 500 niños que aprenden a diario a tocar estos instrumentos.
El tamborilero Dionisio Hernández, procedente de Fuenteguilnado (Salamanca), comentó que «el folclore autóctono de cada zona se ha ido perdiendo».
Los tamborileros coinciden en que el folclore popular de hoy es el que se ha heredado de zonas como la Sierra de Francia o El Rebollar (Salamanca), donde «se han sabido mantener estas tradiciones, que luego se han copiado por el resto de Salamanca o Zamora, mediante el aprendizaje en las escuelas.
Isaac Ferrero, tamborilero de Villardiegua explicó que «en los últimos años también se ha promocionado la enseñanza de la gaita y tamboril en la provincia de Zamora, aunque se tenía que haber hecho unos años antes».
Entre las decenas de tamborileros que se han dado cita hoy en Ciudad Rodrigo, se encontraba José Isidro Barbero, de Villardepera, uno de los pocos que aún fabrica a mano las gaitas que acompañan a los sones del tamboril.
Según Barbero, las gaitas más peculiares que el fabrica son con madera de «enguelga», «un tipo de árbol casi exclusivo de los pueblos de la zona de Los Arribes de Zamora».
En esta XXXII Fiesta de la Charrada, además de las exhibiciones de baile charro protagonizadas por diferentes grupos salmantinos, también ha participado el grupo Nuestra Señora de la Soledad, de Badajoz, en calidad de invitado especial para esta edición.
Ciudad Rodrigo acogió un encuentro folclórico al que acudieron tamborileros de las dos provincias
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Representación de la tradicional boda sayaguesa en Villadepera.
Foto L. O. Z.
EFE Folcloristas de Villardiegua y Villadepera participaron ayer en Ciudad Rodrigo en la Fiesta de la Charrada donde algunos de los principales folcloristas de Castilla y León aseguraron que las escuelas de gaita y tamboril son las que han propiciado el mantenimiento de esta cultura popular en la última década.
Esta opinión la comparten la mayoría de los tamborileros de las provincias de Zamora y Salamanca, que ven en estas escuelas la única salida para que perdure la figura del tamborilero, que se estancó mucho en la década de 1990 por falta de relevo generacional.
Los cursos de gaita y tamboril que se imparten en la provincia de Salamanca, auspiciados por la Diputación Provincial, han propiciado que haya alrededor de 500 niños que aprenden a diario a tocar estos instrumentos.
El tamborilero Dionisio Hernández, procedente de Fuenteguilnado (Salamanca), comentó que «el folclore autóctono de cada zona se ha ido perdiendo».
Los tamborileros coinciden en que el folclore popular de hoy es el que se ha heredado de zonas como la Sierra de Francia o El Rebollar (Salamanca), donde «se han sabido mantener estas tradiciones, que luego se han copiado por el resto de Salamanca o Zamora, mediante el aprendizaje en las escuelas.
Isaac Ferrero, tamborilero de Villardiegua explicó que «en los últimos años también se ha promocionado la enseñanza de la gaita y tamboril en la provincia de Zamora, aunque se tenía que haber hecho unos años antes».
Entre las decenas de tamborileros que se han dado cita hoy en Ciudad Rodrigo, se encontraba José Isidro Barbero, de Villardepera, uno de los pocos que aún fabrica a mano las gaitas que acompañan a los sones del tamboril.
Según Barbero, las gaitas más peculiares que el fabrica son con madera de «enguelga», «un tipo de árbol casi exclusivo de los pueblos de la zona de Los Arribes de Zamora».
En esta XXXII Fiesta de la Charrada, además de las exhibiciones de baile charro protagonizadas por diferentes grupos salmantinos, también ha participado el grupo Nuestra Señora de la Soledad, de Badajoz, en calidad de invitado especial para esta edición.