Iglesia de
San Cipriano.
Fue consagrada el 2 de febrero de 1093. Con toda probabilidad nos encontramos ante uno de los templos más antiguos de la ciudad.
Su cabecera está formada por tres
ábsides cuadrados. En ellos se abren tres pequeñas
ventanas enmarcadas por
arcos y arquivoltas decoradas con motivos geométricos.
Las ventanas correspondientes a los ábsides laterales también tienen dos
columnas que sustentan la arquivolta, con los
capiteles esculpidos con motivos vegetales. Bajo las arquivoltas y a modo de tímpano, podemos observar unos relieves que se cree proceden de la iglesia de San Andrés. A pesar de su deterioro, todavía se pueden ver a los apóstoles Santiago, Tomás, Pedro y Felipe en el
ábside norte, San Miguel y el
dragón, la Anunciación y el sacrificio de Isaac en el ábside sur y tres personajes con una inscripción que hace referencia a los maestros que construyeron el templo en el ábside central.
En el lado sur se abre una portalada de factura posterior, ya con arquivoltas apuntadas.