Si eres navegante de nacimiento, has vivido en una localidad marinera o sueles pasar el mes de julio cerca del
mar, sabrás que el día de hoy es un día especial. Un día en el que solemos salir a la mar para acompañar a nuestra
Virgen. Pero esta
tradición que muchos
pueblos marineros siguen año tras año tiene un origen poco conocido.
Desde la Edad Media se creía que María significaba “estrella del mar” o “stella maris” en latín. Los marineros veían a la Virgen María como la estrella que les guiaba a los
puertos seguros durante las tempestades, del mismo modo que se guiaban por las estrellas para marcar sus rumbos. Devotos de la Orden Carmelita fueron los responsables de que naciese una nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen. El personaje histórico Simón Stock fue uno de los carmelitas que difundieron esta orden desde el siglo XVI entre el
pueblo cristiano, a quien se le debe que este día recaiga en el 16 de julio, día en el que la Virgen del Carmen se le apareció y le hizo entrega del escapulario.
Pero no fue hasta el siglo XVIII cuando un almirante mallorquín impulsó su celebración entre la marinería que él dirigía. Desde entonces a marina española fue sustituyendo el patrocinio de
San Telmo por el de la Virgen del Carmen, convirtiéndose en la patrona de los marineros en
España.
En muchas poblaciones españolas se celebran
procesiones marítimas donde todo el mundo sale a la mar con sus
embarcaciones para hacer ofrendas de
flores a la Virgen.
La Virgen del Carmen y el
barco inglés “Rey del Océano”
En 1845 el barco inglés “Rey del Océano” atravesaba una dura
tormenta. Un protestante llamado Fisher y su
familia se acercaron a la cubierta a rogar piedad y misericordia. Entre la tripulación se encontraba un irlandés que ante tal situación, se abrió su camisa y mostró al rugiente mar el escapulario de la Virgen del Carmen que llevaba colgado de su cuello. Tras hacer con él la
señal de la
Cruz lo lanzó a las olas que no cesaban de azotar con fuerza la gran
embarcación. En ese momento el viento calmó y solamente una ola mas llegó a cubierta, trayendo con ella el escapulario que el
joven irlandés había lanzado al mar
Hoy la Salve Marinera es muy popular entre la gente de mar de toda España y a pesar de gozar de mucho predicamento en
Cataluña,
Valencia,
Galicia y otras regiones de nuestra geografía con lengua propia, la única versión que existe tiene letra en castellano, lo que no deja de servir como nexo de unión de los marinos de toda la piel de
toro. Existe también una curiosa versión en inglés que escuché personalmente hace ya algunos años a los marinos de una agrupación naval británica que visitaba nuestro país, he aquí ambas versiones:
¡Salve!, Estrella de los mares,
de los mares iris, de eterna ventura.
¡Salve!, ¡oh, Fénix de hermosura!
Madre del Divino Amor.
De tu pueblo, a los pesares
tu clemencia dé consuelo.
Fervoroso llegue al
cielo
y hasta Ti, y hasta Ti, nuestro clamor.
¡Salve!, ¡salve!, Estrella de los mares.
¡Salve!, Estrella de los mares.
Sí, fervoroso llegue al cielo,
y hasta Ti, y hasta Ti, nuestro clamor.
¡Salve!, ¡salve!, Estrella de los mares,
Estrella de los mares,
¡Salve!, ¡salve!, ¡salve!, ¡salve!
Praise song of the seas
Hail! Star of the seas,
Of the gleaming seas, of eternal blessing.
Hail! Oh Phoenix of beauty,
Mother of the Divine Love
From your people, to their sorrows
May your mercy give comfort
Fervently arrive at heaven
And unto you, and unto you our cries
Hail, hail! Star of the ocean,
Hail! Star of the seas
Indeed, fervently arrive at heaven
And unto you, and unto you our cries
Hail, hail! Star of the ocean,
Star of the ocean
Hail! Hail! Hail! Hail!