La Hermandad del Santísimo
Cristo Redentor y Nuestra Señora de la Soledad celebra este año por trigésima vez la
procesión del
barrio de Llefià de
Badalona, conocida como la Procesión del
Santo Entierro. Se trata de la procesión badalonesa que arrastra más público, y tiene un marcado carácter andaluz. La hermandad fue impulsada por el padre Manuel Martínez y un grupo de vecinos del barrio en el año 1983. Por aquel entonces, Llefià comenzó a crecer gracias a la inmigración procedente de diferentes
rincones de
España. “La hermandad nació para llenar un gran vacío que había en cuanto a la religiosidad popular”, explica el padre Manuel. “La hermandad no es una hermandad andaluza”, aclara, “pero recuerda a ese tipo de manifestación”. El padre, que también es hermano mayor de la hermandad, explica que la gente se identifica con la procesión de Llefià “porque les recuerda su origen:
Sevilla,
Granada,
Huelva...”.
En estos treinta años, el patrimonio de la procesión de Llefià ha evolucionado considerablemente. En sus inicios, la Hermandad celebraba la Procesión del Santo Entierro con imágenes muy sencillas, pero hoy tres grandes pasos recorren las
calles del barrio: el Cristo Redentor, la
Virgen de la Soledad y el Misterio. De hecho son pasos bastante nuevos, ya que el primero data del año 1999. Todos ellos fueron tallados en la
colegiata de
San Miguel de Morón de la Frontera, en Sevilla.
También ha crecido su poder de convocatoria, y es que la de Llefià es la más multitudinaria de las
procesiones de la ciudad. El padre Manuel recuerda que desde el principio la procesión despertó mucha expectación. Martínez reconoce que en los últimos años los medios de comunicación han contribuido a dar a conocer la procesión y aumentar el número de fieles y curiosos que se acercan a verla.
En esta proyección, la hermandad no espera hacer crecer la procesión a corto plazo, pero sí sacar un Cristo resucitado el Domingo de Resurrección. No obstante, el padre Manuel reconoce que es muy difícil, ya que cuesta mucho dinero y “aquí no hay ni toreros, ni duquesas; aquí hay gente humilde que aporta lo que puede”. De hecho, para celebrar el aniversario, la
parroquia ha recibido un donativo para iniciar el
bordado de un palio para la Virgen de la Soledad, una pieza que será bordada por el taller de Santiago Claramunt en
Barcelona. “Es importante reivindicar también a los buenos artistas de aquí”, dice Martínez. La Hermandad espera poder bendecir el frontal de este palio en la procesión de este año