Los oscilla eran elementos ornamentales muy habituales en los
jardines romanos. Se trataba de
placas votivas en forma de pelta que estaban decoradas, generalmente, con motivos relacionados con Baco. Los oscilla se solían colgar de los intercolumnis del peristilo, de forma que oscilasen con el viento. El oscillum de Baetulo presenta un relieve de una máscara teatral y una antorcha encendida en una cara, y en la otra, la representación de dos delfines con las colas enroscadas en el palo de un timón (imagen que alude al episodio en que el dios Baco convirtió en delfines a unos piratas tirrenos que pretendían venderlo como esclavo).