¿Tienen pulgas y piojos los “indignados”? Para mi que sí. Además telarañas en el estómago y unos cuantos kilómetros de tripas sin estrenar desde ya hace casi tres años para acá, en que empezó esto de la crisis.
Pero para flamencos y chulapones, el galo y la germana y el portugués, ese trío o trinidad que es tripartito ejemplar. Que sonríen complacidos cuando ven el gesto patético en el semblante del griego que, igual que nuestro entrañable Roderico, muestra en su cara el gesto adusto del reproche y la indignación.
Por nuestros pagos, Al Chilliqui, el gran capitán de las hueste azuladas, ni en estos últimos tres años ni en los cuatro anteriores, que me diga alguien si se atreve que le ha visto u oído decir algo más que se anticipen la elecciones y siempre, las mismas soflamas derrotistas contra nuestra economía. Las últimas, el pasado miércoles. Actitud, que nos está costando un pico largo a todos los españolitos de a pata y a los otros también, porque ayuda mucho a que nos apriete cada día más esa trampa descarada que nos han tendido desde el exterior y a la que dicen eufemísticamente “deuda pública”.
La prócer germana, en un alarde de inteligencia se ha dirigido a su igual griego del mismo signo político exhortándole a que arrime el hombro. Petición que concuerda con la idea que ella tiene del asunto pues, por lo que se ve, le preocupa más la exposición de los bancos alemanes ante la deuda de los helenos, que su afinidad con el gobierno socialista de los griegos. Es, por sabido, una tontería decir que, cuando estaba en la oposición su correligionario portugués, no lo incitó a eso, sino a todo lo contrario, dejando entre las patas de los jamelgos a José Sócrates y que, a su homólogo de aquí, el susodicho Al-Chilliqui y sus vedettes, tampoco le dice nada y lo deja que siga con su política de tierra quemada y cuanto peor mejor.
Siempre se dice que en periodos de crisis, siempre hay quienes ganan más, para mi que es el caso de la banca en general y de esas fuerzas oscuras que se ha fijado como objetivos irrenunciables, que caiga todo el entramado que sostiene los logros sociales conseguidos a base del sufrimiento de tantos hombres y mujeres a lo largo de los siglos. Y los grupos políticos que las sustentan. Socilistas y Socialdemócratas. Para muestra, este botón que tenemos en Catalunya, motor de la economía nacional mal que les pese a los nacionalistas españoles.
Por eso, lo que empezó como un asunto de mal hacer financiero, ha pasado a ser un asunto ideológico que está culminando en particulares y repugnantes venganzas descaradas y, para muestra de esto, nosotros los extremeños, para verlo no tenemos que irnos a los madriles ni pasearnos por Europa.
Salud.
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