Nombrado
monumento histórico
artístico desde 1931, es una obra con una acústica relevante por cuyo motivo es considerado como uno de los
edificios religiosos, mejor acondicionados para los conciertos de
música que cada año vienen sucediéndose de forma ininterrumpida. Formalmente pues, tenemos un
edificio de tres naves, pero parece como si el arquitecto hubiera querido dar la misma sensación de espacio que se consigue con una sola nave.