En el corazón del
barrio de la Ribera en
Barcelona un emblema del
arte gótico catalán erigido con el sudor de la ciudadanía. Una basílica, además, arqueológica conocida gracias a la novela de Ildefonso Falcones, La
Iglesia del
Mar, que ha vendido más de seis millones de copias en todo el mundo.
Dos pequeñas figuritas de hierro forjado incrustadas en la
puerta principal de la basílica nos hablan de las raíces populares de uno de los templos más apreciados por los residentes del Barcelona. Estos son dos bastachos, los trabajadores más humildes del
puerto que llevaron sobre sus espaldas las pesadas
piedras que finalmente formarían la Basílica de
Santa María del Mar en Barcelona.