Lo que se ve es una persona real, doy testimonio de ello porque la
fotografía está hecha por mí. Por cierto, persona con mucha estupidez; era un día laborable por la mañana en la que no había muchos turistas paseando por ese tramo de la
rambla (junto
museo de cera) y cuando veía que se le iba a hacer una fotografía sin lucro, se giraba o se tapaba la cara con un abanico.