¿Político malo, político bueno?, e ahí la cuestión, que diría el famoso anglosajón.
Mocita, tú que por ser mayor y además semidiosa dime, ¿qué es un buen político? ¿Cómo, que no hace falta que sea una buena persona?, ¿que ni siquiera importa si alguna vez se equivoca o que sea poco inteligente?, ¿que lo que hace falta es que trabaje siempre procurando hacer el menor daño posible al común de los mortales y que el pueblo, las masas, la plebe en general de, aunque sólo sea un pequeño pasito hacia adelante en pos de la civilización y algo de bienestar, amén de perderle el miedo al miedo?, ¡jo, tía! Y yo que creía que eran los mejores, los más infalibles, los que nunca se equivocan, los que todo lo saben, los que le dicen a la gente lo que tienen que hacer y cómo hacerlo.
Esos que te dicen: tú, haz lo que yo te diga ¿eeeh?, no lo que me veas hacer, te digan o pienses que hago. En ese ¿eeeh? Hay una amenaza implícita que, normalmente acoquina, por lo que significa.
También pensaba recia mocita, que el mal político es aquél que está al servicio únicamente de su propio medro, al que se consagra enteramente, y como debe ser, al servicio de su amo, el poderoso, los poderosos. Esos a los que el bien común les importa un rábano. A fin de cuentas, lacayo servicial de un sistema económico que se pasa por el forro de su entrepierna el malestar de millones de personas y la misma Naturaleza.
En fin, la vidorra de unos cuantos que se dicen herederos de la gracia divina y, el malestar del resto de seres humanos.
Y hablando de demócratas y democracia casi diosa de la fuente, decía un tal Aristóteles, de tu quinta supongo, que la polis, la política «No es una mera comunidad de territorio, sino de vida buena y feliz. Su finalidad no es solo convivir, sino hacer el Bien de todos compartiendo el sentido común de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, y demás valores humanos»
En la polis, a los pasotas de ella, les decían ideotes, que no quiere decir idiota como ahora entendemos, pero se le parece mucho porque, los políticos malos, se insertan en el cuerpo social y hacen ver a lo blanco negro, presentándose ellos mismos como los salvadores de todo el mundo.
Después de esta vacilada, te pregunto, ¿te ha quedado claro lo de bueno y malo según me parece? Porque yo sigo dudando, igual soy uno de esos que se dicen apolíticos sin querer darse por enterados de que todo es política y, que si ellos no la hacen, alguien la hará por ellos, por si o por medio de sicarios, y siempre en beneficio propio.
Salud.
Mocita, tú que por ser mayor y además semidiosa dime, ¿qué es un buen político? ¿Cómo, que no hace falta que sea una buena persona?, ¿que ni siquiera importa si alguna vez se equivoca o que sea poco inteligente?, ¿que lo que hace falta es que trabaje siempre procurando hacer el menor daño posible al común de los mortales y que el pueblo, las masas, la plebe en general de, aunque sólo sea un pequeño pasito hacia adelante en pos de la civilización y algo de bienestar, amén de perderle el miedo al miedo?, ¡jo, tía! Y yo que creía que eran los mejores, los más infalibles, los que nunca se equivocan, los que todo lo saben, los que le dicen a la gente lo que tienen que hacer y cómo hacerlo.
Esos que te dicen: tú, haz lo que yo te diga ¿eeeh?, no lo que me veas hacer, te digan o pienses que hago. En ese ¿eeeh? Hay una amenaza implícita que, normalmente acoquina, por lo que significa.
También pensaba recia mocita, que el mal político es aquél que está al servicio únicamente de su propio medro, al que se consagra enteramente, y como debe ser, al servicio de su amo, el poderoso, los poderosos. Esos a los que el bien común les importa un rábano. A fin de cuentas, lacayo servicial de un sistema económico que se pasa por el forro de su entrepierna el malestar de millones de personas y la misma Naturaleza.
En fin, la vidorra de unos cuantos que se dicen herederos de la gracia divina y, el malestar del resto de seres humanos.
Y hablando de demócratas y democracia casi diosa de la fuente, decía un tal Aristóteles, de tu quinta supongo, que la polis, la política «No es una mera comunidad de territorio, sino de vida buena y feliz. Su finalidad no es solo convivir, sino hacer el Bien de todos compartiendo el sentido común de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, y demás valores humanos»
En la polis, a los pasotas de ella, les decían ideotes, que no quiere decir idiota como ahora entendemos, pero se le parece mucho porque, los políticos malos, se insertan en el cuerpo social y hacen ver a lo blanco negro, presentándose ellos mismos como los salvadores de todo el mundo.
Después de esta vacilada, te pregunto, ¿te ha quedado claro lo de bueno y malo según me parece? Porque yo sigo dudando, igual soy uno de esos que se dicen apolíticos sin querer darse por enterados de que todo es política y, que si ellos no la hacen, alguien la hará por ellos, por si o por medio de sicarios, y siempre en beneficio propio.
Salud.
