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Hay que ver doña Esperancita, la cara de circunstancias que tenía usted ayer cuando salió por la teletonta (no sé bien si la suya o una de las otras) diciendo que iba a tomar medidas para que no pasarán en los hospitales de su Comunidad las cosas que pasan. Espero que esas medidas no sean cargarse a la enfermera interina a perpetuidad. Porque es interina ¿no? De esas chicas que empiezan y contratan por horas, de esas que hoy las mandan aquí y mañana acuyá, ¿o no?

Bueno, quizá sea una buena medida para que la empresa ahorre, una más, porque “de mica en mica se omple la pica” como dicen los “cátaros”. Por allí también cuecen habas, no creas Esperancita, allí también dejan los puestos vacantes por enfermedad, jubilación o cualquier otro motivo, sin cubrir, lo que pasa es que ha ido a pasar en la capital del Reino, y, nos hemos enterado por el cúmulo de circunstancias añadidas, que si no..., un caso más. Un fallo humano.

Entiendo que lo primero sea la rentabilidad de la empresa porque, si no es rentable, ¿que clase de empresa es esa? Por eso, en vez de depender de los fondos que aportan todos los españolitos sin distinción de credo, lengua o raza, hay que convertirla en privada, eso sí, con las ayudas que hagan falta del fondo común. Luego, el que quiera ser atendido por un médico, que pague coño, y las medicinas también, como en otros sitios más civilizados.

No creas, de verdad, es lo que hay y ajo y agua, estamos atravesando unos momentos que son cruciales para modificar los esquemas empresariales. La consigna es: adelgazar, ahorrar en mano de obra, porque se está ganando menos de lo previsto y eso no puede ser.

Si mujer, si ya sé que tú, y también todos los profesionales de ¿la política? sois gente abnegada que sólo se apuñalan unos a otros para ponerse los primeros en el escalafón. Que tenéis todos como un impulso interior que os hace que viváis en un constante sin vivir sacrificándoos hasta lo increíble por nosotros, por nuestro bien, y que ingratos, no os reconocemos tanto esfuerzo y sacrificio, pero tranquila reina, algún día, todos vosotros, seréis recordados por vuestra ingente obra en favor de los más desfavorecidos, por vuestra honestidad y sacrificios.

Salud.