Caldes d'Estrac o Caldetes, es un
pueblo que no tiene terreno, la villa de Arenys llega hasta sus
casas. Está a menos de cuarenta kilómetros de
Barcelona y, desde siempre, ha sido considerada uno de los lugares más emblemáticos de veraneo, primero de la burguesía y después de la gente trabajadora. Es famosa también por sus
aguas termales