En pleno centro, en una
calle peatonalizada, se conserva esta antigua masía (
casa de
campo y labores agrícolas) que llegó a ser -creo que en el siglo XIX- sede del
Ayuntamiento de
Castelldefels. Cada
primavera se cubre con ese exuberante
manto de
flores de una
Santa Rita que, alentada por la calidez de abril, trepa hasta un
tejado que durante décadas ha visto crecer la ciudad a su alrededor.