Muchos de los miles de turistas que eligen
Castelldefels para sus vacaciones disfrutan de la extensa y cuidada
playa colocándose, buena parte de su tiempo, en una posición que podríamos llamar típica, la espalda cómodamente instalada en un respaldo "ad hoc" y dejando que las
aguas del Mediterráneo acaricien sus pies. Pues bien, Castelldefels, la ciudad, es la viva imagen de esa postura placentera: la espalda recostada en la
sierra que contribuye a crear su magnífico micro clima y los pies tendidos hacia las aguas del "Mare Nostrum" Aquí, una vista de la sierra, el
castillo y, detrás, a la derecha, Vista Alegre, antes
pueblo y hoy
barrio de la ciudad. ¿Y el fotógrafo? Pues, como todo turista playero, muy cerca del
mar.