Pero Sergiete, la humildad no está reñida con la honradez, sino todo lo contrario, y sigues siendo humilde y honrado, pues lo recuerdas incluso con alegría, y eso que como dices llegaba justo para lo necesario.
Yo no tenía constancia de eso, ni conocí a la tal Pascuala, y visite esta plaza en contadas ocasiones.
Un abrazo amigo, El Emigrao.
Yo no tenía constancia de eso, ni conocí a la tal Pascuala, y visite esta plaza en contadas ocasiones.
Un abrazo amigo, El Emigrao.