Contigo yo quiero estar
He volcado en mil mensajes el ala rota de mi macabro vuelo, el que con mesura y delicadeza recorría tu paraíso, forjando horizontes ante mi mirada perdida por tu inimaginable hechizo, haciendo de mi vida junta a la tuya mi más grande anhelo.
He recorrido descalza los pasadizos de tu alma virginal, y se impregnaron de mágicos olores mi cuerpo, mi lozanía; pues el jardín de los amores había encontrado sin ningún final, huyendo de mí esa palabra tosca llamada lejanía.
He de compartirte mi sueño mágico y deambulante, que por tus fronteras anduvo siempre paseando, fue mi rastro bondadoso y elegante; en son de tu conquista que a la vez me fue enamorando.
He plasmado todo mi amor antes de sucumbir en este corto camino, en que el cual por cada pisada fui sembrando ilusiones y encantos, pidiendo que se nos cubra de felicidad y fidelidad a los mil santos, pero derrotada me voy por tu ausencia, en éste que iba ser mi gran destino.
Fuiste bueno cuando mi corazón en llanto te lo pedía, pues tras largos segundos de “silencio mágico” mi ser me llevaba abrazarte, huiste del amor lindo, de sus caricias…, huiste de él día a día, y hoy quedo moribunda, pues no me dejaste amarte.
He versado estos versos tristes y melancólicos, pues el mundo de ensueño se me ha derrumbado, entre lágrimas verso este amor que se quedará en mí guardado; por el simple hecho de haberte yo adorado.
Va para ti, te lo debia, estaba en deuda contigo
He volcado en mil mensajes el ala rota de mi macabro vuelo, el que con mesura y delicadeza recorría tu paraíso, forjando horizontes ante mi mirada perdida por tu inimaginable hechizo, haciendo de mi vida junta a la tuya mi más grande anhelo.
He recorrido descalza los pasadizos de tu alma virginal, y se impregnaron de mágicos olores mi cuerpo, mi lozanía; pues el jardín de los amores había encontrado sin ningún final, huyendo de mí esa palabra tosca llamada lejanía.
He de compartirte mi sueño mágico y deambulante, que por tus fronteras anduvo siempre paseando, fue mi rastro bondadoso y elegante; en son de tu conquista que a la vez me fue enamorando.
He plasmado todo mi amor antes de sucumbir en este corto camino, en que el cual por cada pisada fui sembrando ilusiones y encantos, pidiendo que se nos cubra de felicidad y fidelidad a los mil santos, pero derrotada me voy por tu ausencia, en éste que iba ser mi gran destino.
Fuiste bueno cuando mi corazón en llanto te lo pedía, pues tras largos segundos de “silencio mágico” mi ser me llevaba abrazarte, huiste del amor lindo, de sus caricias…, huiste de él día a día, y hoy quedo moribunda, pues no me dejaste amarte.
He versado estos versos tristes y melancólicos, pues el mundo de ensueño se me ha derrumbado, entre lágrimas verso este amor que se quedará en mí guardado; por el simple hecho de haberte yo adorado.
Va para ti, te lo debia, estaba en deuda contigo