Es un pueblo de arte, magico, precioso, , todo un encanto , las calles limpias y curiosas..es divino...los restaurantes eskisitos, , yo estube por error y me encanto , llegamos a las 10 de la mañana y eran las 8 de tarde y no queria salir del pueblo habia hoteles y pensamos dormir alli.. Sali entusiasmada y ya mismo volvere con sergio mi esposo a pasar un fin de semana encantador...