Reformada en el año 1882, (al rededor fue escenario de guerrillas de los hombres del General Manso contra las tropas francesas, y escenario de fusilamientos). Esta
ermita fue durante centenares de años el elemento espiritual de los vecinos de este
barrio. Posiblemente la
capilla fue levantada como oratori particular destinado a los barones de Castellvell y sus súbditos. En el interior, un
retablo barroco da cobijo a una talla de la patrona de este barrio,
Santa Madrona.