Los restos arqueológicos encontrados en el yacimiento de Vallmora parecen confirmar que, en tiempos de los
romanos,
Teiá fue uno de los centros principales de producción vitivinícola de los alrededores de la Barcino
romana.
El documento más antiguo en el que se menciona a Teiá, está fechado en 958, se trata de la venta de una viña en el que aparece el topónimo Vila Taliano. Este documento es clave en la teoría del origen
romano del nombre de Teiá que sostiene que, a partir del gentilicio Talius o Talianum, se evolucionó hacia formas como Taliano, Tayano Taya o Teyá y Taiá o Teiá.
La mención más antigua de la
parroquia de Teiá se encuentra en el Archivo de la
Catedral de
Barcelona. Se trata del testamento del conde Mir, fechado en 965, en el que los arrendatarios del conde ceden a la
Santa Cruz de la Sede de Barcelona, las
parroquias de Premiliano (Premiá) y Taliano (Teiá) con sus diezmos y primicias, otras
iglesias, masías, alodios, etc. En el Archivo Diocesano se encuentran unas notas de 1173 y 1174, que se refieren a la parroquia de Teiá, advirtiendo que no se sabe cuando fue construida, pero que no hay duda que es una de las más antiguas. El actual templo parroquial, de estilo
gótico-renacentista, fue construido en 1574 por el maestro de obras Antoni Mateu. Curiosamente en el contrato de construcción se estipula que la obra tenía que tener la forma y proporciones de la
iglesia del
Convento de los Ángeles de Barcelona.
Otro punto del contrato hace referencia a la construcción de un
retablo de madera con cuatro cuadros del pintor Lluís Gaudin, que hicieran referencia a la vida de
San Martín. Desgraciadamente, en el transcurso de la Guerra civil, en 1936, el retablo y el
órgano instalado posteriormente fueron destruidos, sólo se salvaron los cuadros y figuras de
piedra que soportaban el retablo.
En 1283 las
casas y tierras de Teià estaban bajo el dominio feudal de los señores del
Castillo de Burriac. Más tarde, en 1362, Pedro IV el Ceremonioso arrebató a Pere Desbosc, señor del Castillo de Vilasar, el dominio sobre el término de Teiá, pero los teianenses agrupados en universidad y amparándose en el derecho de fadiga (cierto derecho antiguo de tanteo y retracto relativo a la enfiteusis) compraron su libertad feudal con 12.000 sueldos. A cambio, el rey otorgó a los teiasenses unos privilegios que prometían la inseparabilidad del término del poder real. Pero un siglo más tarde se rompe dicha promesa y un castellano llamado Fernando Rebolledo obtiene los derechos feudales sobre Teiá. El rey Fernando el Católico se tuvo que enfrentar con el poderoso resurgimiento remença (lucha de los campesinos contra el dominio feudal). La paz se consiguió con la Sentencia de Guadalupe (1480), en la que se abolieron todas las formas de dominio feudal y se preparó el
camino hacia la acumulación de poder por parte del monarca. A partir de la Sentencia, en Teiá, como a otros muchos
pueblos, se formó una universidad de vecinos cuya finalidad era la de conseguir su libertad.
Los Privilegios de Teiá fueron firmados por el rey Fernando y por los vecinos más notables del
pueblo en la Corte Real de
Salamanca el 21 de noviembre de 1505. Los puntos principales de estos privilegios eran: Declaración de la inseparabilidad perpetua de la jurisdicción real, reglamento de instauración de los cargos municipales, dependencia jurídica de la Veguería de Barcelona y potestad para imponer impuestos municipales. Pere Noguera fue el primer alcalde electo e inició una forma de gobierno municipal que duró hasta el Decreto de la Nueva Planta (1714).
En 1769 se empezaron los trámites de la construcción de la iglesia del
barrio marítimo de
El Masnou, en 1817 se creó la Vicaría Perpetua, separada de la de Teiá y, finalmente, en 1825 El Masnou se segregó de Teiá formando un municipio independiente.