El 19 de febrero de 1810 fue atacada la c. de Vich por las tropas españolas al mando del general D. Enrique O'Donell para desalojar de ella a los franceses que la ocupaban; la acción fue reñida, aunque desgraciada para nuestras tropas, que hubieron de retirarse a Toná y á Collsuspina, con pérdida de 900 hombres entre muertos y heridos y otros tantos prisioneros.
El 2 de julio de 1847 se acercaron a las puertas de esta c. algunos montemolinistas, y sostuvieron un ligero tiroteo con las tropas de la guarnición, sin empeñar seriamente un choque, que para ellos hubiese sido de funesto resultado. Durante este último período de la guerra civil, casi siempre estuvo alarmada esta c. por las correrías de los facciosos por el terr. de su jurisd.; más de una vez se aproximaron a sus puertas, y exigieron contribuciones y víveres a los pueblos enclavados en su mismo térm.; aunque las columnas de la Reina cruzaban incesantemente por las inmediaciones de la c., y aun el cuartel general se hallaba a veces dentro de sus muros, los montemolinistas acometían empresas arriesgadas, confiados en la fragosidad del terreno, que favorecía sus excursiones. A mediados de noviembre de 1848 llegaron a declararla bloqueada, en términos que esta pobl. empezó á sufrir algunas privaciones y escasez, causadas por un enemigo que muchas veces era inferior en la mitad al número de sus defensores, pues que contaba con una regular guarnición y 300 vec. armados. Exigieron contribuciones a la c., y habiéndose esta negado a pagarlas, hicieron más estrecho y rigoroso el asedio; á 1/2 cuarto de hora de ella se veían clavados por la márg. de sus caminos unos postes de 8 ó 9 pies de elevación, sosteniendo unos carteles que contenían la orden más severa para los que intentaran traspasar aquellos límites; en estos postes fueron fusilados algunos infelices trajineros que conducían víveres a la ciudad; aunque las tropas de la Reina echaban por tierra a veces estos padrones, volvían a aparecer al día siguiente en los mismos sitios o en otros no muy dist. El 25 de diciembre sostuvieron los sitiadores un ataque contra una columna de la Reina, en que corrieron grave riesgo de ser envueltos. En enero de 1849 salió la columna del coronel Santiago hacia la montaña en persecución de los facciosos, y entre tanto se adoptaron en Vich algunas medidas preventivas, siendo una de ellas dividir la c. en 4 cuarteles, nombrando para cada uno otros tantos jefes militares a cuyas órdenes estuviesen los individuos que tenían las armas en sus respectivas demarcaciones, para en caso de que hubiese necesidad de resistir cualquier agresión. Quedo al fin levantado el bloqueo; el general Concha entró el 22 del mismo mes en Vich, y decidido a no descansar hasta conseguir la paz del Principado, dispusiéronse nuevos planes de campana, comunicáronse á los jefes órdenes más apremiantes, y la insurrección sucumbió de una vez en mayo del citado año.
* Diccionario geográfico – estadístico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.
El 2 de julio de 1847 se acercaron a las puertas de esta c. algunos montemolinistas, y sostuvieron un ligero tiroteo con las tropas de la guarnición, sin empeñar seriamente un choque, que para ellos hubiese sido de funesto resultado. Durante este último período de la guerra civil, casi siempre estuvo alarmada esta c. por las correrías de los facciosos por el terr. de su jurisd.; más de una vez se aproximaron a sus puertas, y exigieron contribuciones y víveres a los pueblos enclavados en su mismo térm.; aunque las columnas de la Reina cruzaban incesantemente por las inmediaciones de la c., y aun el cuartel general se hallaba a veces dentro de sus muros, los montemolinistas acometían empresas arriesgadas, confiados en la fragosidad del terreno, que favorecía sus excursiones. A mediados de noviembre de 1848 llegaron a declararla bloqueada, en términos que esta pobl. empezó á sufrir algunas privaciones y escasez, causadas por un enemigo que muchas veces era inferior en la mitad al número de sus defensores, pues que contaba con una regular guarnición y 300 vec. armados. Exigieron contribuciones a la c., y habiéndose esta negado a pagarlas, hicieron más estrecho y rigoroso el asedio; á 1/2 cuarto de hora de ella se veían clavados por la márg. de sus caminos unos postes de 8 ó 9 pies de elevación, sosteniendo unos carteles que contenían la orden más severa para los que intentaran traspasar aquellos límites; en estos postes fueron fusilados algunos infelices trajineros que conducían víveres a la ciudad; aunque las tropas de la Reina echaban por tierra a veces estos padrones, volvían a aparecer al día siguiente en los mismos sitios o en otros no muy dist. El 25 de diciembre sostuvieron los sitiadores un ataque contra una columna de la Reina, en que corrieron grave riesgo de ser envueltos. En enero de 1849 salió la columna del coronel Santiago hacia la montaña en persecución de los facciosos, y entre tanto se adoptaron en Vich algunas medidas preventivas, siendo una de ellas dividir la c. en 4 cuarteles, nombrando para cada uno otros tantos jefes militares a cuyas órdenes estuviesen los individuos que tenían las armas en sus respectivas demarcaciones, para en caso de que hubiese necesidad de resistir cualquier agresión. Quedo al fin levantado el bloqueo; el general Concha entró el 22 del mismo mes en Vich, y decidido a no descansar hasta conseguir la paz del Principado, dispusiéronse nuevos planes de campana, comunicáronse á los jefes órdenes más apremiantes, y la insurrección sucumbió de una vez en mayo del citado año.
* Diccionario geográfico – estadístico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.