Vilassar de Dalt es un buen pueblo y sus habitantes son buena gente. El mayor problema que tiene es su clase política. La gran mayoría de los políticos que por aquí pululan no son sensibles con la población y no muestran nada de amor hacia el municipio. El día que mi pueblo tenga la suerte de tener un equipo de gobierno que transmita amor, sensibilidad y saber hacer, podrán convertir el pueblo en la maravilla que podría ser.