Tóma el sol. Dá un paseo por Les Voltes. Siéntate a ver el mar. Relaja tu mente y tu vista. Respira el olor de los pinos. Y sobre todo, nunca olvides tu cámara de fotos. Aquí las podrías hacer sin mirar al visor. Sin enfocar... Todas te saldrán perfectas y habrás plasmado una maravilla.