
Las
Fuentes: De toda la retahíla de fuentes que dan cuerpo al municipio de Ogassa hay que destacar la
Fuente del Minero, ubicada en la avenida de las
Minas, la fuente Grande, a la que se accede por un
camino que saliendo desde el Taller bordea la
Rambla de la fuente Grande, la fuente del Fresno que provee de
agua a la población, y la del Minero, ubicada en la avenida de las Minero. En 1987, Ogassa recibió la distinción de primera población clasificada del galardón "Villa en
flor de
Cataluña".
Las
Iglesias Románicas: Las iglesias románicas de Sant Martí Surroca, Sant Martí d'Ogassa, Sant Julià de Saltor y
Santa María de Vidabona.
El excursionista, el historiador o simplemente el turista interesado en conocer las raíces remotas del municipio tiene la oportunidad de adentrarse en el período
medieval gracias a un rico patrimonio integrado por numerosas iglesias románicas.
Los
edificios mejor conservados y de mayor
tradición histórica son la
iglesia de Sant Martí de Ogassa (s. X), situada en 1.370 m. de altitud, en el camino de Coll de Jou, y la iglesia de
Sant Martí de Surroca (s. XI), el NE del término, el camino de Coll de Pal.
La oferta queda completada con los edificios de las antiguas
parroquias de Sant Julià de Saltor (s. XI), Santa María de Vidabona (s. XII) y la
capilla de Santa Bárbara (1881 - 1882), situada en el
barrio de El Prat del Pinter, y edificada por los mineros para que los protegiera de la pesada tarea minera.
El patrimonio vinculado a las explotaciones mineras de carbón: Si por algo es conocido en todo el municipio de Ogassa es gracias a las minas de carbón que explotaron entre finales del siglo XVIII y en 1967. Su existencia motivó no sólo el progreso de Ogassa sino también fue un elemento clave que propició la llegada del ferrocarril en el Ripollès.
La
cuenca minera se extiende de oeste a este, siguiendo el trazado de la
Sierra Cavallera desde Bruguera hasta
Camprodon, pasando por el Coll de Jou, Ogassa, Surroca, la Collada de la
Cruz y
Torre Cavallera, con una longitud de unos 15 Km y una anchura máxima de un kilómetro.
Las capas de hulla, por la acción de los pórfidos, cambian repentinamente de dirección, pasan a ser verticales e incluso a invertirse. Estos característica hizo que la extracción del carbón fuera complicada ya que al no ser yacimientos continuados, aparte de la dificultad técnica a la hora de extraerlo, se añadió el problema de evaluar la extensión y la longitud.