Teresa te lo juro que hoy a mis años no repetiria la aventura ni muerto. Otro de nuestros pecados era fumarnos el cigarrillo (uno para todos) en el campanario de la Capilla. Luego nos haciamos gárgaras en la fuente de la murdera. para que en casa no se enteraran. Pero un día mi padre, que era un detective de primera, me colocó una colilla en la cama, y cuado me pregúntó de quien era yo tuve que poner una cara rarisima, A partir de aquel momento me descubrió el pecado. Es que los padres.... Por cierto ... (ver texto completo)