Las fallas de
Durro són, sin duda, las mejores de la
Valle de
Boí, e incluso podríamos hablar de unas de las mejores de
Cataluña.
Durante la primera semana del mes de junio el
pueblo celebra sus
fiestas de un modo peculiar. Son las conocidas como fallas de Durro en las que el fuego es el principal elemento y que tiene un simbolismo de elemento purificador. Aunque esta
tradición se celebra en todo el valle, las fallas de Durro recuerdan una antigua tradición en la que los hombres daban las gracias por las buenas cosechas recibidas y són, sin duda, las más representativas.
Las llamadas fallas son antorchas realizadas en madera de
pino. Los hombres del pueblo descienden con las antorchas encendidas desde la
ermita de Sant Quirc. Van guiados por el fadrí major y seguidos por el séquito. El descenso suele ser serpenteante lo que da vistosidad a la
fiesta. Una vez llegados al pueblo, la fiesta culmina con una
comida y un
baile popular.