Difícil papeleta tiene la Sagrada Congregación de los Obispos después de que el obispo de Lérida se haya pasado por el forro de la sotana la sentencia que le obliga a devolver a las parroquias de la Franja los bienes que les fueron expoliados. El pasado 20 de septiembre, un decreto del Vaticano concluía que las piezas que reclaman las iglesias oscenses, algunas del siglo XII, debían volver en 30 días a su lugar de origen; que no había lugar a más recursos y que con esa sentencia se cerraba un litigio ... (ver texto completo)