Cierto día dichas hermanas "robaron" algunas avellanas de un árbol que estaba en una casita de subida al rascacielos... El Pepe Labrigada las pilló, y Robustiana, muerta de miedo, le dijo; "las tengo aquí"!! ...(señalando su camiseta llena de avellanas...). Salieron corriendo a decírselo a sus madres creyendo que las regañarían y, nada más lejos...se morían de risa porque ese árbol no era de nadie.