No hay por qué tenr miedo a nada. Cada uno debe hablar de aquello que siente y en lo que cree. Mi único miedo reside en ser hipócrita y faltar a la verdad. La realidad es poliédrica y tiene muchas caras. La verdad nos hace libres; la libertad nos hace grandes, y la grandeza de España consiste en la unidad; y esta es una verdad que no sólo atañe a nuestra patría, España, sino también a todas las grandes naciones del mundo civilizado. Luego están los frustrados, los insatisfechos, los que se siente diferentes porque tienen un barquito para navegar los fines de semana, los renegados, los que viven atemorizados con los fantasmas del pasado, los uno y trinos, los tamborileros que nos tcocan el tam-tam a todas horas, los benebes charlatanes de feria, y demás especímenes raros. A mí, personalmente, sólo me interesa España, el bienestar de los españoles y no impongan sus insensatas teorías al resto de los españoles cuatro ilusos iluminados. Por cierto, leyendo a Cicerón y a Séneca me he dado cuenta que ambos fueron grandes patriotas y amantes de la nación a que pertenecían; antepasada de la nuestra. Un español universal.