La obcecación mostrada por el a veces guardián del ganado, otrosí forjador de metales, hacia el forista de las tres letras, me hace llegar a la conclusión, compartida por doctos en la materia craneal, que subyace en el sujeto un amor intrínseco que al no poder materializar en forma de contacto corporal, se manifiesta en un odio acérrimo lindante con la esquizofrenía.Sin embargo, tras un profundo análisis de los bocetos mostrados por el sujeto se puede decir sin ningún género de dudas que el mayor peligro posible es aquél que se pueda producir a sí mismo ya que la impotencia y frustración sentida por la falta del antes mencionado contacto, puede traducirse en la autolesión o la búsqueda de una afición totalmente distinta a derrochar la poca inteligencia que queda en articular insultos por la red sin motivo aparente.Es por ello que no ha de extrañarnos que en un breve plazo de tiempo, se vea la figura atolondrada de un hombre trajeado por el parque de cualquier ciudad, la mirada en los árboles y buscando desesperadamente una Susan que echarse al maletín.
La factura asciende a siete mil quiniento doce euros con treinta y dos, al ser este un estudio encargado por la organización mundial de la sanidad pública y con cargo a tu cuenta.Puedes probar a pasársela a ese que dicen estribillo de Don Manuel Escobar y con el que me une un afecto y admiración entrañable.
La Voz del Arriero.
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