CAMBRILS: Hombre, Muñoz, que al señor de los hilillos lo consideres...

Hombre, Muñoz, que al señor de los hilillos lo consideres el padre de la patria me parece excesivo.Por lo pronto, me gustaría que en el gaviotero hubiera un congreso donde se eligiera democráticamente al número uno del partido.Es más, sería divertido ver qué pasaría en ese gallinero cuando la literata esperanza y el alcalde ambicioso y listo le quisieran mover la silla al marinero gallego.Por no contar con la cara del políglota vallisoletano que, según dicen, se cree la reencarnación de los presidentes americanos y quiere lanzar a su mujer a cotas más altas.Lo que no explican si es producto de una subida de habanos y saxofones o los vapores del vino cuantioso hacen que, además del márchese y mirusté, salgan de sus ilustres dientes consignas paradigmáticas que sólo los elegidos fredericanos comprenden y alaban.Por cierto, van entrando en la cárcel algún que otro personaje del norte, a pesar de las concesiones que, dicen, hizo el presidente democrático, diez millones de votos, de la piel de toro.Diez millones, ¿quién los pillara, eh?.Pues serán los mismos que en marzo saldrán de las urnas porque volvéis a tocarles las narices al pueblo llano.Y al pueblo, compañero, como al socio de mi equipo que decía núñez, no se le puede engañar "que cuando hay agua, beben agua, cuando no, vino de la taberna".Grande Machado y grande Serrat.
El Tamboriler del Bruch.
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