El pretencioso cardo borriquero, apodado el tamborilero nos ha soltado otra perorata de las suyas. Su lenguaje procaz e insultón está lleno de mezquindad, doblez e hipocresía. Este progre burgués carece de todos los valores esenciales que ennoblecen al ser humano; es retorcido, malévolo, hipócrita, manipulador y embaucador de cuatro tontitos. Su desprecio por España y todo lo español es público y notorio; personajes como esté son una vergüenza para los españoles y para todoa la humanidad. Es faltón, mediocre, falso, taimado y presume de riquillo y de beber chivas a diario; alguno de sus escritos parecen que translucen sus alucinaciones alcohólicas; su inquina y mala baba apestan. Es inaguantable, insoportable, pedante y se cree el ombligo del mundo porque tiene de sus lado a unos cuantos ignorantes; el benebito, la niñita y el orgullosín que le ríen sus gracias y ocurrencias. Tus bellaquerías son un halago para todos los que nos sentimos españoles y amamaos a España. Es un personaje maquiavélico, mefistofélico y amante de lo prohibido; seguramente que acabará de jefe de alguna secta de alucinados e iluminados. Un español universal.