De aquí a dos días inicio lo que podría darse en llamar un trimestre sabático. Me será imposible entrar en el foro durante algún tiempo, aunque quizás lo más sensato sería no entrar hasta pasadas las elecciones generales. Pero más sensato sería no entrar hasta pasadas las autonómicas catalanas, a las cuales aun le quedan algunos años por llegar.
Entraría en este foro para decirles a algunos que yo no me equivocaba, y si las urnas me quitaban la razón, para decirles que ellos llevaban la razón, y que Cataluña no se diferencia, actualmente, en nada al resto de España.
Lo que si me queda claro es que una cosa es lo que unos y otros pensamos o anhelamos, y otra muy diferente es el camino hacia donde nos lleva la conjunción de la política, la economía, los subgrupos culturales, la historia, y por lo tanto, y básicamente, la cultura.
Téngase en cuenta que la cultura no es una cuestión de nivel espiritual, humano o intelectual. Y no hay que confundirla con el concepto civilización o tecnología. No existen, por lo tanto, individuos o sociedades incultas.
La cultura no es más que la forma de vida de una sociedad. La forma de hacer, sentir, y proyectar esa vida. Es compartida, y no se hereda genéticamente. El arte, la literatura, o la ciencia, no son más que elementos que conforman esa cultura, al igual que son también elementos el hecho de lavarse las manos trás defecar, o cenar siempre a una hora aproximadamente determinada, o estrechar la mano a modo de saludo.
Existen muchos condicionantes que influyen en las diferenciaciones culturales de los grupos humanos, y una de ellos es la geografía, además de la metereología. No vive, ni siente, ni piensa de la misma manera quien vive cerca de mar, que quien vive en el interior; o quien vive en un lugar de temperaturas agradables, que quien vive a merced de unas condiciones meterológicas extremas. Y por supuesto, el hecho de vivir en una gran ciudad, una ciudad pequeña, o un pueblo, también repercute en la cultura.
La historia y la lengua son evidentemente también muy importantes a la hora de hablar de cultura.
Pero por mucho que queramos inclinarnos, unos u otros, hacia la defensa o no, de esas diferencias en los diferentes grupos de los habitantes de España, quien mejor puede aclararnos este hecho es la ciencia, que para algo existe, digo yo.
Cuando una nación cultural reivindica una identidad propia, hay que saber escucharla. La identidad nacionalista habla de diferencias. Cuando hablamos de patriotismos, sin embargo, estamos hablando de imposición de la cultura, de la lengua, y en definitiva, de la forma de vivir.
Bueno, no me enrollo más, que pierdo el tren. Foreros de Cambrils: que el sentido común, el respeto, y la ciencia (la antropología tiene la palabra), os acompañen en el camino de un mundo mejor para todos.
EXTRA.
Entraría en este foro para decirles a algunos que yo no me equivocaba, y si las urnas me quitaban la razón, para decirles que ellos llevaban la razón, y que Cataluña no se diferencia, actualmente, en nada al resto de España.
Lo que si me queda claro es que una cosa es lo que unos y otros pensamos o anhelamos, y otra muy diferente es el camino hacia donde nos lleva la conjunción de la política, la economía, los subgrupos culturales, la historia, y por lo tanto, y básicamente, la cultura.
Téngase en cuenta que la cultura no es una cuestión de nivel espiritual, humano o intelectual. Y no hay que confundirla con el concepto civilización o tecnología. No existen, por lo tanto, individuos o sociedades incultas.
La cultura no es más que la forma de vida de una sociedad. La forma de hacer, sentir, y proyectar esa vida. Es compartida, y no se hereda genéticamente. El arte, la literatura, o la ciencia, no son más que elementos que conforman esa cultura, al igual que son también elementos el hecho de lavarse las manos trás defecar, o cenar siempre a una hora aproximadamente determinada, o estrechar la mano a modo de saludo.
Existen muchos condicionantes que influyen en las diferenciaciones culturales de los grupos humanos, y una de ellos es la geografía, además de la metereología. No vive, ni siente, ni piensa de la misma manera quien vive cerca de mar, que quien vive en el interior; o quien vive en un lugar de temperaturas agradables, que quien vive a merced de unas condiciones meterológicas extremas. Y por supuesto, el hecho de vivir en una gran ciudad, una ciudad pequeña, o un pueblo, también repercute en la cultura.
La historia y la lengua son evidentemente también muy importantes a la hora de hablar de cultura.
Pero por mucho que queramos inclinarnos, unos u otros, hacia la defensa o no, de esas diferencias en los diferentes grupos de los habitantes de España, quien mejor puede aclararnos este hecho es la ciencia, que para algo existe, digo yo.
Cuando una nación cultural reivindica una identidad propia, hay que saber escucharla. La identidad nacionalista habla de diferencias. Cuando hablamos de patriotismos, sin embargo, estamos hablando de imposición de la cultura, de la lengua, y en definitiva, de la forma de vivir.
Bueno, no me enrollo más, que pierdo el tren. Foreros de Cambrils: que el sentido común, el respeto, y la ciencia (la antropología tiene la palabra), os acompañen en el camino de un mundo mejor para todos.
EXTRA.