Durante la contraofensiva franquista, su aviación arrojó a diario más de 4500 kg. de bombas. Pero los ingenieros republicanos eran de gran tenacidad y reparaban los
puentes antes de que terminase el bombardeo, si es que resultaban dañados porque la realidad era bien distinta: Para destruir un
puente de pontones se necesitaban 500 bombas de gran potencia, eso sin contar con la presencia de artillería antiaérea y la aviación republicana, que presentó batalla en el aire. Pero esta manera de hacer de
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