Durante la contraofensiva franquista, su aviación arrojó a diario más de 4500 kg. de bombas. Pero los ingenieros republicanos eran de gran tenacidad y reparaban los puentes antes de que terminase el bombardeo, si es que resultaban dañados porque la realidad era bien distinta: Para destruir un puente de pontones se necesitaban 500 bombas de gran potencia, eso sin contar con la presencia de artillería antiaérea y la aviación republicana, que presentó batalla en el aire. Pero esta manera de hacer de Franco no pasó inadvertida a italianos y alemanes. Mussolini estaba realmente irritado con generalísimo a propósito de cómo estaba llevando las operaciones en el Frente del Ebro y un día, mientras estaba escuchando un informe sobre las operaciones en el Ebro, saltó irritado:
Anota en tu diario que hoy, día 29 de agosto, profetizo la derrota de Franco [...]. « ¡Los "rojos" son verdaderos combatientes, Franco no!»
Anota en tu diario que hoy, día 29 de agosto, profetizo la derrota de Franco [...]. « ¡Los "rojos" son verdaderos combatientes, Franco no!»