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GANDESA: HISTORIA. Conserva esta pobl. algunos vestigios de...

HISTORIA. Conserva esta pobl. algunos vestigios de antigüedad. En documentos del tiempo de los árabes aparece ya con el nombre de Gandesa; y con el mismo figura al ser ganada por los cristianos año 1153, y en la carta puebla otorgada por los caballeros templarios, a quienes fué dada por el conde D. Ramón Berenguer, con sus tierras. aguas, montes, bosques y pastos, y la jurisd. civil y criminal. Posteriormente pasó a la orden de San Juan. En 1319 se celebraron en ella las bodas del infante D. Jaime, hijo primogénito del rey D. Jayme ll de Aragón con Doña Leonor, hermana del rey de Castilla. Fueron notables estas bodas por la particularidad de que, concluida la función, se separó el infante de su esposa, para renunciar después a la corona, tomando el habito de S. Juan de Jerusalén y más tarde el de la orden Montesa. Tuvo cortes en Gandesa el rey D. Pedro IV de Aragón, año 1337, permaneciendo en ella los meses de junio y julio. Fueron memorables las defensas que hizo durante la guerra de sucesión, decidida por la casa de Austria. En esta pobl. y campos de Biga se organizó, año 1725, la brigada de carabineros reales, que permaneció aquí algunos años hasta la expedición de Italia. Gandesa se ha inmortalizado en la última guerra civil, defendiendo heroicamente la causa de la libertad. En 6 de marzo de 1836, fué sitiada y atacada por los carlistas al mando de Torner: la guarnición compuesta de unos 800 hombres entre tropa y nacionales, se defendió con el mayor valor, y haciendo una sólida, al tiempo que se retiraban los sitiadores, por la aproximación de las tropas de la reina, se apoderaron de un cañón de madera, y otros efectos de guerra, causando a los carlistas 4 muertos y algunos heridos. En julio del mismo año la sitió Cabrera con 3,000 infantes y 400 caballos; su guarnición se componía de 365 nacionales y 22 soldados; la artillería había abierto brecha y 300 carlistas se hallaban ya dispuestos a dar el asalto en el barranco que hay cerca de la pobl. por el portal de Hurta, cuando, cayeron sobre ellos de sorpresa los sitiados y mataron a muchos en una descarga que hicieron á quemarropa: Cabrera se retiró, viendo malogrados sus esfuerzos. En 20 de mayo del año siguiente volvió Cabrera sobre ella después de un mes que se hallaba bloqueada. En los dias 21, 22 y 23 sostuvo desde el Calvario un continuo fuego contra los sitiados hasta establecer en este punto una batería de 2 cañones: en el 25, rompieron los carlistas el fuego contra la plaza con 4 piezas de artillería: en el 26, quedó abierta la brecha por la puerta de Horta; intimada la rendieron, se negaron a ella a pesar de su crítica posición: en el 28, formaron los carlistas una tría diera o canino cubierto para acercarse a las murallas, con leña que obligaron a conducir a los vec. de los pueblos comarcanos; conociendo los sitiados que iban a ser asaltados, incendiaron estos trabajos, con lo que, y sabiendo Cabrera que Nogueras venia en apoyo do Gandesa, levantó el sitio. Ei premio de tanto valor y lealtad S. M. la reina gobernadora concedió la cruz de San Femando de primera clase al comandante D. Cayetano Arce, y la de Isabel II á cuantos individuos pertenecían a la milicia nacional: ademas las cortes para dar a esta v. una prueba de gratitud nacional, decretaron en 15 de julio del mismo año, que la v. de Gandesa tomase en adelante el título de muy leal y muy heroica ciudad, y que eligiera por armas un escudo él más análogo a la representación del hecho que tanto ilustra a sus invictos hab.: el escudo que antes tenía ostentaba dos guantes y en medio de ellos una O. En junio del mismo año, revolvió Cabrera sobre esta pobl. con objeto de distraer las tropas de la reina, y proteger la expedición de D. Carlos: el general Nogueras acudió a su socorro y le hizo levantar el sitio. El 12 de febrero de 1838, la atacó de nuevo Cabrera con fuerzas muy respetables, y un tren de batir que destruyó completamente sus fortificaciones: los valientes defensores se sostuvieron con el valor acostumbrado, dando tiempo a que la columna de Avecia llegase en su socorro, lo que sucedió con oportunidad. El distinguido general D. Evaristo San Miguel dispuso en 23 del mismo mes, abandonasen esta heroica pobl. sus hab. defensores, por la imposibilidad de ser socorridos a tiempo: estos cargados de lo más precioso que poseían dejaron sus Hogares, incendiando gustosos por su propia mano lo que no podían llevar consigo, conociendo que en breve serian ocupados por sus adversarios. Desde esta época hasta 1840 en que concluyó la guerra civil, los nacionales de Gandesa en la desolada emigración, dieron la guarnición de la v. de Mequinenza, y se defendieron siempre con heroicos servicios a la patria, hasta que regresaron; a desenterrar de sus ruinas el pueblo cuyo nombro sonará perpetuamente lleno de gloria en nuestros anales. Es preciso citar entre los hijos de Gandesa, que se han distinguido á D. Juan de Loiri que sirvió al rey D. Martin en la expedición de Sicilia, y el Dr. D. Gil Ruiz de Loiri, obispo electo de Segorve en 1580.
* Diccionario Geográfico - Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid, 1848.