Mercadillo, baratillo, mercado ambulante... tan antiguo como Adán y Eva frente al comercio fijo, prepotente, lujoso, destellante de luces ahora en la modernidad, con frecuencia internacional, que sustenta grandes medios de propaganda, que crea las necesidades que luego trata de satisfacer... Mercadillo de las primeras necesidades, a la sombra de los portales de la plaza o bajo la sombre benéfica de los árboles del pueblo. No ha timbres, no hay... pero hay caalor humano de pregonero que ensalza su ... (ver texto completo)