Un grupo escultórico, de ocho
pinos de 24 metros de altura y 130 toneladas de peso, diseñado por el artista Javier Mariscal y adaptado como logotipo por el Patronato Municipal de Turismo de
Vila-seca, su imagen ha permitido promocionar por todo el mundo la
playa de
la Pineda.
Una
escultura que simboliza la sostenibilidad, la proyección y el urbanismo de grandes espacios.
El origen de esta obra se remonta al año 1993 cuando un
barco petrolero sufrió un accidente en la costa de la Pineda provocando diversos daños en la zona. El
Ayuntamiento de Vila-seca recibió una indemnización por las consecuencias del accidente. Con el dinero decidieron mejorar la imagen de la zona encomendando esta obra al grupo de artistas Xavier Mariscal.
Los primeros cuatro pinos se instalaron en 1999, y los cuatro restantes en 2008. Así se concluyó este grupo escultórico llamado "Pineda".