La
escultura evoca el
mar, el viento, la tierra y los
caminos. Son cuatro
columnas que simbolizan los cuatro grandes vientos de nuestra tierra: tramontana, levante, sur y poniente. Y también simbolizan el tiempo, la tierra, el mar y el
cielo. Una parte del
monumento se sitúa encima de un viejo
nido de ametralladoras de la guerra civil.