SALOU: ald. y puerto habilitado para el comercio al extranjero y cabotaje en la prov., part. jud. y dióc. de Tarragona, aud. terr. y c. g. de Barcelona; depende en lo civil del ayunt, de Vilaseca, y en lo marítimo corresponde al dist. de Reus, prov. de Tarragona, tercio de Barcelona, departamento de Cartagena. Tiene 12 CASAS y una igl. parr. dedicada a La Asunción de Ntra. Sra., aneja de la de Vilafortuny, y servida por el mismo vicario. Esta pobl. y su aduana de segunda clase, que es un gran edificio de fáb. moderna, se hallan SIT. en el cabo del mismo nombre, el cual está en la costa del Mediterráneo en lat. de 41° 03' 52", y long. 7o 27' 45"; es bien conocido por ser saliente al mar poco más de una milla, más alto que la demás tierra, amogotado y de color amarillento; su fondeadero o puerto de Salou, es el único abrigo de los vientos del E. en toda esta costa hasta más allá de Barcelona, por cuya razón y por el tráfico de frutos de las pobl. inmediatas es concurrido de un crecido número de embarcaciones de todos portes, nacionales y extranjeras; pero tiene el inconveniente, que solo es seguro para el verano, pues en otoño descargan algunos temporales del S., peligrosísimos por el desabrigo de este viento y de todos los del tercer cuadrante; el fondo de toda la ensenada es arena con manchones de alga, limpio de piedras como lo es el cabo; hay una fuente de agua dulce con dos caños, que se toma desde el mar en lanchas.
Se afirma ser muy ant. la importancia marítima de esta reducida pobl., y Mariana dice haber llamado Avieno al puerto de Salou ó Salu, Solorio; aunque en las ediciones que hemos manejado no aparece este nombre en la descripción de la costa de Tarragona. Figura en la historia por los diferentes personases que se han embarcado en su puerto. Las proporciones de este y su proximidad a Tarragona, asi como darían indudablemente el ser a la pobl., no han dejado de atraerle igualmente los padecimientos propios de las guerras. Debe citarse la de 1640 en cuyo año defendían el puerto de Salou el Señor de Aubigni con algunos franceses y muchos paisanos mandados por Francisco Giminells. El ingeniero mayor del ejército castellano Marco Antonio Gandolfo habiendo reconocido este fuerte, encontró que por su poca importancia no era de temer hiciese resistencia. Sin embargo, atacado, fue defendido con valor, mas hubo de rendirse quedando su guarnición prisionera de guerra.
* Diccionario Geográfico – Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.