Tras más de 12 horas de faena, los pescadores del
puerto de
San Carlos de la Ràpita se dirigen al muelle de la lonja con el
fruto de su trabajo. Aún quedan horas de mantenimiento del
barco y de las artes de
pesca mientras una nueva madrugada se acerca inexorable para zarpar en busca de los
frutos del
mar.