El templete situado entre las
playas de La Senieta y de El Far permite observar en lontananza la Barra del Trabucador, brinda en
verano un amplio círculo de
sombra y ¿porqué no? sirve de
refugio a más de una pareja de enamorados sorprendidos por la
lluvia en un
paseo otoñal.