En la zona conocida como Mianes se descubrió una necrópolis que demuestra que estas tierras estuvieron habitadas ya durante la Edad del Hierro. En total se han excavado cerca de 120 urnas y se han encontrado diversas piezas de ajuar entre las que destacan unas cadenas realizadas en bronce.
La
historia del actual municipio es más reciente ya que se formó en el siglo XVIII. Los primeros colonos llegaron desde
Tortosa para cultivar las tierras, hasta entonces yermas. Formó parte del
ayuntamiento de
La Galera hasta que se le concedió el título de municipio el 27 de julio de 1817. Anteriormente sólo había el
Hostal de los Frailes, del orden de la Merced, dedicados a la asistencia de enfermos y viajeros que hacían el
camino de Tortosa a Benifassà.
La plena autonomía municipal se consiguió en 1828 gracias a un decreto firmado por el rey Fernando VII.
En 1812 vivían 143
familias y 1824, 979 habitantes. En plena expansión demográfica, la población inició el proceso para obtener su independencia de La Galera, que se resistió fuertemente a la segregación. El contencioso judicial entre ambas poblaciones, se inició en 1817 y se resolvió, el 9 de mayo de 1828, cuando Fernando VII, firmó el Real Decreto, que confería a la nueva población plena autonomía municipal y delimitaba su término. Los años siguientes fueron de fuerte incremento económico y demográfico. La población alcanza a principios del actual siglo la cifra de 4.000 habitantes, que se mantuvo hasta después de la guerra civil, cuando la economía agrícola tradicional del municipio entró en crisis. En la actualidad, la población ha recuperado este crecimiento demográfico, volviendo nuevamente a la cifra de 4.000 personas que hay actualmente.