Tortosa fue posiblemente la ciudad de Hibera, capital del territorio ibérico de la Ilercavonia. Es muy probable que el asentamiento principal estuviera en la colina que actualmente ocupa el
Castillo de la Zuda. Fue Dertosa bajo el imperio
romano, ocupada en el 714 por los musulmanes. Durante el periodo omeya tuvo un papel muy destacado, tanto por ser el principal asentamiento musulmán del bajo Ebro como por contar con un importante
puerto y estar bien comunicada tanto con las localidades del Ebro como con las del Levante, merced a la
Vía Augusta. 4 En 1035 Turtusha se convirtió en reino de taifa (en 2005 se redescubrieron los antiguos baños árabes en el
barrio de
San Jaime). Otra etapa de esplendor fue durante la edad media cristiana (después de la conquista por el conde Ramón Berenguer IV en el año 1148) 5 y más tarde con el Renacimiento, que contrasta con la pérdida de peso de
Cataluña tras 10 años de guerra civil (1462-1472). De hecho, desde hace unos años Tortosa celebra unas jornadas de recreaciones históricas, la Festa del Renaixement (
Fiesta del Renacimiento).
En Tortosa tomó lugar en 1413-1414 de la Disputa de Tortosa, el más importante debate entre cristianos y judíos en la edad media española.
Durante la Guerra de Sucesión las tropas de Felipe V tomaron la ciudad en julio de 1708. Los franceses la ocuparon de enero de 1811 hasta mayo de 1814. Durante el siglo xix Tortosa se configuró como un importante núcleo carlista, aunque bajo dominio de las tropas liberales. El resurgimiento iniciado durante las primeras décadas del siglo xx se truncó a causa de la Guerra Civil Española, cuando la ciudad quedó prácticamente destruida por los bombardeos franquistas (1937-1939). La reconstrucción fue larga y difícil.