Alcalá es conocida por su población de
cigüeñas blancas. Sus grandes
nidos se pueden observar sobre muchas de las
iglesias y
edificios históricos de la ciudad, y son en sí mismos una atracción turística importante. Situada en las tierras bajas del
río Henares, la ciudad es un hogar atractivo para las cigüeñas migratorias debido a la amplia disponibilidad de alimentos y material de anidación en la zona.