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ALCALA DE HENARES: De mi libro:"Alcala de Henares y Villas de su alfoz:...

De mi libro:"Alcala de Henares y Villas de su alfoz: Historia, Arte y Tradiciones"publico el epigrafe de "Leyendas de Alcala". Por razones de extension del texto, quizas sera necesario abreviarlo.
4. LEYENDAS DE ALCALA

El vocablo “leyenda” tiene varias acepciones. Según el diccionario de la Lengua española, tiene dos significados, uno dice: “Relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos y verdaderos” al contrario, otro dice: “Composición poética de alguna extensión en el que se narra algún suceso de esta clase”.
Así pues, combinando ambas acepciones, la leyenda es algo definido concretamente; una narración tradicional, fantástica, o real, que combina en su sorprendente contraste unos hechos extraordinarios con una referencia concreta de lugar y de personas sean históricas o imaginarias.
Sino remontamos a los pueblos antiguos, (Grecia y Roma) la leyenda tiene su origen en la religión. El antromorfismo griego y romano, rinde culto al hombre y a sus fabulosas hazañas de héroes mitológicos, (semidioses en forma humana, e incluso dioses,) donde se deifica al hombre como ocurre en las obras universales de Homero, (la “Ilíada” y la “Odisea”).
En ellas, es donde se citan estos personajes, Ulises condenado por Poseidón, Dios del mar, a vagar por éste, incesantemente con aventuras prodigiosas como su encuentro con Polifemo, el cíclope, semidiós, de un solo ojo, o el encanto de la diosa hechicera Circe, hasta llegar definitivamente a Itaca, su patria y encontrarse con sus seres queridos, su esposa Penélope y su hijo Telémaco o la guerra de Troya, como consecuencia del rapto de Helena, esposa de Menelao, por París, hijo del rey Príamo de Troya, donde tienen protagonismo una serie de personajes mitológicos, Aquiles, Patoclo, Héctor, Agamenon, Ayax, etc..
Así las leyendas nacen en las creaciones totémicas y animistas, en los albores del protagonismo de las razas y de los pueblos primitivos.
Los temas de ascendencia religiosa, o mitológica constituyen un núcleo muy importante que aportan que a la leyenda, un contenido completo como género épico y que a veces se pasa del mito a la historia. Tal es el caso de la guerra de Troya como narración épica de Homero, sobre la mitología del pueblo griego, hecha posteriormente una realidad histórica, gracias a las investigaciones y descubrimientos de Schliemann, quien descubrió la ciudad idealizada, a finales del siglo XIX.
Ha sido probada que la leyenda ha pasado a ser fuente de la propia historia, donde los historiadores se han servido de sus datos, para novelarlos, o exagerarlos, elevándolos a un tono extraordinario de exaltación poética y enaltecimiento de las virtudes de un pueblo. En este caso, la leyenda pasa a ser la verdadera historia de un pueblo.
Ahora así, la leyenda no surge por generación espontánea, es necesario que una persona concrete, la imagine y la cree y posteriormente la comente. La leyenda necesita de consideración popular, en sentido de que quien la crea, debe identificar unos hechos, con los que el propio pueblo se siente identificado.

Entre las leyendas mas populares de Alcalá de Henares están:

El Martirio de los Santos Niños.

En los inicios del siglo IV de nuestra Era, siendo Diocleciano, Emperador de Roma se decreto la persecución de los cristianos en todo el Imperio y Daciano, gobernador de Hispania, se propuso al cumplimiento del mandato.
En la antigua Complutum, dos niños de corta edad, Justo y Pastor de 7 y 9 años respectivamente, decidieron ante esta injusta orden no renunciar a su fe cristiana.
Comenzaron a hacer públicas sus creencias y las mostraron ante los soldados, mandos militares y ante el propio gobernador. Fueron encarcelados, azotados y torturados. Ante su empeño en seguir siendo cristianos, fueron trasladados lejos de la ciudad y decapitado. Era la fecha del 6 de Agosto de 306d. C y el pueblo se sublevó contra tal barbarie.
La leyenda nació pero los Santos Niños Justo y Pastor fueron enterrados y se desconoce el lugar del martirio.
Ya en el siglo V, el obispo de Toledo, Asturico Azulino, recibió en sueños la revelación de este santo lugar y acudió a Complutum, buscando el “Campo laudable”, encontrando la piedra del martirio y los restos de los Santos Niños, levantando en el lugar una “cellamartyris” que seria el futuro emplazamiento de la iglesia de San Justo y de la actual catedral de Alcalá, donde se conservan la piedra del martirio, la urna de plata con los restos de los Santos Niños y sus imágenes de los venerables mártires.

La Cueva de los Gigantones

En el cerro del Ecce Homo, en la época de la Edad de Bronce se descubrió un poblado, cuya antigüedad data del 1500 a 750 a. C. y es en el lado occidental de este cerro, donde se descubrió la “Cueva de los Gigantones” donde aparecieron restos arqueológicos y dio origen a esta leyenda.
Es una cueva profunda, que se dice que llega hasta Guadalajara por un lado y por el otro a Santorcaz.
La voz populi decía que estaba habitada por seres gigantescos y una vez según cuenta la leyenda se ocultó una cerda que fue herida y acuchillada por los árabes que vivían dentro de la cueva, y emitiendo tales gruñidos que los que habitaban en los aledaños del lugar, decían que además de árabes y gigantes, era morada de demonios.
Estos comentarios fueron origen de esta leyenda que fue el motivo de la creencia popular que el lugar vivían seres fantásticos que ocupaban el sombrío de tal original lugar alcalaino.

La Virgen del Val

Transcurría el año 1184, y un labrador estaba trabajando junto al río Henares y por su un accidente fortuito cayó al río y se sintió incapaz de salvarse de la corriente y pensó que moriría. En este trance de peligro, noto la aparición de la Virgen y de su hijo, que le sujeto con sus manos y le saco de las aguas, cesando el peligro. Una vez rescatado, buscó a tal Señora y no la encontró.
Posteriormente, encontrándose en el mismo lugar, cuando procedía a arar sus campos, encontró un impedimento al paso de sus bueyes y el arado. Al intentar identificar el obstáculo encontró una tierra hundida y una hornacina con la imagen de una Virgen sonriente.
La traslado a casa de sus amos que la colocaron en una dependencia pero al dia siguiente había desaparecido. Todos se pusieron a su búsqueda y encontraron en un cercano lugar, la imagen de la Virgen en lo alto de un árbol, mirándolos a todos.
De la interpretación de estos hechos, se sedujo que la Virgen aparecía en el agua, en la tierra y en el aire, quería estar allí junto al río, en el valle de Henares, por lo que se construyó una pequeña ermita y se la denomino del Val.
Tras el devenir de los siglos, ha sido venerada por loa alcalainos como su Patrona y Señora y ha sido nombrada Alcaldesa mayor y la Universidad la proclamo Doctora de esta Institución, siendo un lugar venerado, objeto de peticiones milagrosas y de peregrinaciones marianas.

El Rico-Home de Alcalá

En el siglo XIII, existía un noble llamado D. Tello Alvarado que residía en su palacio alcalaino y era un hombre cruel y déspota contra sus siervos. En cierta ocasión el rey de Castilla D. Pedro El Cruel paso por la villa de Alcalá y se propuso a pernoctar una noche en el palacio de D. Tello y éste no le reconoció y le trató despectivamente.
Le alojó en un aposento con una vieja banqueta para sentarse y no le cambió la ropa que estaba totalmente empapada y le ofreció un trozo de cecina maloliente para cenar.
Al día siguiente el rey prosiguió su viaje y de forma oficial ordenó a sus alguaciles una orden para hacer venir a D. Tello a su presencia, tratándolo de la misma forma que él había sido tratado y afeando la conducta del mal trato que ejercía sobre sus siervos alcalainos.
Se cuenta que, incluso posteriormente, le mandó ejecutar, colgándolo por el cuello de las almenas del castillo del rey.
Esta leyenda fue objeto de una obra, del escritor Agustín Moreto del Siglo de Oro, titulada “El valiente justiciero o el Rico-Home de Alcalá” en referencia a este episodio.

San Diego y el milagro de las flores

Era San Diego de Alcalá, un franciscano que procediendo de varios conventos de la Alcarria, se desplazo a vivir a Alcalá.
Cuentan del franciscano que socorría de alimentos a los pobres del lugar que acudían a la puerta del convento y ya cansados el administrador de la intendencia y el cocinero espiaron a Diego y comprobaron cómo apartaba una pierna de cordero, reservada para la cena de la comunidad franciscana y la repartía a los pobres.
Al disponerse a hacerla llegar a los pobres, el cocinero se acercó a él y le preguntó que llevaba escondido entre sus hábitos y el le contesto “Flores para el altar”. Entonces le requirió al Santo que las enseñara y este abrió sus hábitos y aparecieron una gran cantidad de flores con extraordinario color y olor.
Y ante este hecho prodigioso, el cocinero se fue a visitar al prior y le dijo: “Quédese tranquilo padre, que Santo tenemos, no nos faltara nunca el alimento.”
Fdo: Julio Reyes Rubio "Al-Mayriti"