Cuadro de la
procesión de la
Virgen de la Paz, en el interior de la
ermita.
El origen de la devoción en
Alcobendas a la Virgen de la Paz no se encuentra datado, aunque existe una
tradición oral que partiría de los tiempos de la Reconquista en que se registraron tantos hechos semejantes. Se narra que en el desaparecido aledaño poblado de Fuentidueña, hoy día el Soto de la Moraleja, una imagen de la Virgen apareció milagrosamente en una higuera a una pastorcilla manca que apacentaba unas
ovejas. Cuenta la tradición que tras sanarle la mano manca le dijo que fuera a dar noticia de la aparición. En su recuerdo la iconografía presenta la figura de la pastorcilla a los pies de la imagen de la Virgen sobre una higuera.