Quiteria, mujer valiente y comprometida con su fe, defendio sus ideas hasta el final.No tuvo miedo de decir: "Yo creo en Jesús, amo a Jesús, soy de Jesús".
Su vida es un aldabonazo en nuestras conciencias de cristianos sin compromiso, en nuestra fe sin obras.
Ella no solo amo a Dios, amo a su projimo, perdono a su padre, que la condeno a muerte, a Germano, que ejucuto la sentencia, curo al pastor que la delato.
¿Donde está nuestro amor al projimo cuando calumniamos a cualquiera, arrastrando su...