Esta elevación del terreno también pertenece a la finca El Mirador. En su cima podemos ver dos fortines de la Guerra Civil española. Lo que más desconcierta en la actualidad, ya en el siglo XXI, es la falta de protección de esta importante huella de nuestra memoria, valiosa parte de nuestro patrimonio histórico. Merece la pena detenerse en ambos fortines. Lamentablemente, se observa con tristeza botellas de vidrio, latas de aluminio y algunas pintadas; que traen a la memoria algunas palabras gruesas con las que calificar a los autores anónimos de estas agresiones al patrimonio de todos.