La
Fuente de la Mariblanca está situada en la
Plaza de
San Antonio, es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y querida por los habitantes
de la misma. La fuente es de la segunda mitad del siglo XVIII y es obra del
escultor Juan Reyna. En 1830 la fuente fue ornamentada por unos conjuntos
formados por lagartos, caracolas, amorcillos cabalgando sobre tritones y tres leones, dos de ellos con una bola entre las garras, y un tercero sujetando
un
castillo, obra de Alejandro González Velázquez.