Jardines del Príncipe en
Aranjuez.
1992.
Si hay un lugar bello en
Otoño son los Jardines de Aranjuez. Pasea y respira, contempla. Déjate mecer por las hojas, medita y olvida. Eres
cielo y brisa, eres
música, silencio y
agua. Nada más que eso y es suficiente.